miércoles, 19 de octubre de 2011

Los confines


Los sueños
como partículas de polvo,
se pegan a mi cuerpo.

Levanto mi casa,
en tierra
extranjera.

Miedo.

Me temes.

Temes mirar
el fondo de mis ojos,
y encontrarte.

Abuela lejana,
habitante de la cueva,
eslabones
en cadenas de mitocondrias,
compartidos.

Caminos que se cruzan,
que terminan,
que empiezan,

y aún mis pasos
son de nómada.



3 comentarios:

  1. Yamileth:
    Todos nuestros pasos son de nómadas.
    Lo bueno es que la huella de mis ojos encontraran la huella de sus pasos, aunque sea para abrir contradicciones: caminos que se cruzan, terminan, empiezan.

    ResponderEliminar
  2. Amiga: por favor, vaya a mi blog, pero vaya con agenda y lapicero. Ahí me deja dicho qué le parece. Saludos y amistad.

    ResponderEliminar
  3. Le dejé esta respuesta a su comentario en mi blog:

    Yamileth:
    Pues no noté que Enrique Tovar dijera que era "exaltando a Minor Cooper Keith", estoy de acuerdo con el tema (cualquier asunto es un posible fílmico), pero... ¿exaltando?

    Ahhh, qué bueno saber que sobrevivió a su gripe, aunque sea para reír porque me dicen amargado. Ni que fuera Olafo. Es lo menos cierto de mi temperamento.
    Más bien, mi amiga Carmen me dice que sea más serio.

    Gracias por su visita.

    ResponderEliminar