miércoles, 23 de noviembre de 2011

Novilunio

No llores mi niña,
que no nacerá
ningún río.

Esa luna azul
es inmensa.

Ahora te columpias,
mientras miras
el abismo.

En tus manos
no caben esas
quinientas diecinueve semillas,

y tu sextante
tiene quebrados
los espejos.  




1 comentario:

  1. Me quedo con mi poesía
    que esa mía sí la entiendo
    porque, la verdad, de esta
    de esta señorita
    no entendí nada.

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