domingo, 13 de noviembre de 2011

Ötzi

Pasará,

el hielo
no puede,
ante esta transferencia térmica.

Quiebro
cada urna
de cristal,

y tus secretos
siguen lejanos.

Suelto amarras,

tu isla,

¿dónde está tu isla?

Cinco mil trescientos
soles,

pasos en espiral,

solo para hundirme,
en el brillo de tus ojos.


3 comentarios:

  1. Mi isla está por donde tus ojos surca mares como veleros altivos, solo que no la ves, la ignoras o la desechas... mi Naturaleza se muestra cálida, pero tus secretos pasan lejanos, siguen lejanos. El tiempo, soy una víctima del tiempo.

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  2. Un poema profundo en su sencillez. Una mezcla de ternura nostálgica y arqueología. Quizás su cuerpo haya sido devuelto de los hielos, pero su vida quedó cristalizada en los enigmas personales que nunca podrá contarnos, como una piedra preciosa separada de nuestro afán de palparla y conocer sus sutilezas por un muro inconmensurable.

    Hermoso.

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  3. William, Daniel, muchas gracias por sus comentarios, para ambos un fuerte abrazo ^_^

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