domingo, 4 de enero de 2015

El retorno



En la pared
el beso de Klimt
se deshace en una línea
de Sol.

Todo lo que tenemos
se acomoda a la perfección
en esas cuatro paredes,

rayadas por otros,
ocupadas por otros.

Para algunos pertenecer
es una pesada carga
que puede quitar el sueño.

Para nosotros
es un breve juego
que aún no termina.

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